El patrimonio más grande de cualquier vendedor

El ser humano es sociable por naturaleza, no fue creado para vivir aislado; de nuestra relación con los demás depende si triunfamos o fracasamos en esta  sociedad que nos correspondió vivir. Si bien es cierto que la felicidad es un estado interior que depende de nosotros mismos y que el éxito siempre lo conseguiremos de adentro hacia afuera; también es cierto que todo aquello que logremos en la vida, está directamente relacionado con el manejo que le demos a nuestro entorno.

Para muchas personas es difícil digerir el concepto de sentido de pertenencia, pues no aceptan que deben pertenecer a algo creyendo que de esa manera, están perdiendo su libertad o esencia como seres humanos. El sentido de pertenencia significa arraigo a algo que se considera importante, y lejos de perder su individualidad, el ser humano adquiere mayor seguridad en sí mismo y eleva su autoestima. El sentido de pertenencia implica sentirse reconocido, capaz de participar y de aportar; esto es fundamental para la salud emocional.

Cuando un ser humano realmente ha entendido lo que significa el sentido de la pertenencia, adopta una conducta activa que lo mantiene dispuesto a defender su grupo y a manifestar su adhesión públicamente. Pocas cosas dan mayor satisfacción al individuo que sentirse parte integrante de un grupo en el que es aceptado, tenido en cuenta, valorado, en el que logra identidad y seguridad para enfrentar la vida en sociedad.

Aunque un significado de la palabra “pertenencia” es la relación que tiene una cosa con quien tiene derecho a ella; en los temas de liderazgo y crecimiento personal, sabemos que tener derechos no es sinónimo de controlar o manipular. Te aseguro estimado lector que al conocernos y respetarnos más entre sí, nos volveremos más fuertes. Si no tenemos arraigo por sentir que no pertenecemos a nada ni a ninguna parte, todo se hace ajeno y progresivamente se pierde el interés en lo que no nos afecta directamente. Recuerda que nadie cuida lo que no valora.