Por: Luis Javier Valencia
La implementación de una cultura de Valores en la sociedad, como fundamento ético, es una imperiosa necesidad para el desarrollo continuo, y es aquí donde se aprecia la calidad de los individuos que la componen, cuando se comprometen en formar su personalidad y transformar sus organizaciones.
La diversidad cultural, la espontaneidad, la alegría, la facilidad de adaptación, la recursividad, el espíritu de lucha, entre otros, son referentes de los emprendedores que enfrentan el reto generacional, que debe empezar consigo mismo.
Se trata de profundizar en la afirmación de los valores, que logran imprimirle un decidido sentido moral a la vida. Entender que nuestro crecimiento personal, debe ir más allá de una noción festiva de la vida o de posesiones, al margen de los principios éticos.
Es muy importante y trascendente, poder cultivar unas relaciones personales gratificantes, basadas en la solidaridad y el apoyo mutuo, construir familias estables y emocionalmente sanas. La verdadera cultura es la que se edifica amorosamente con base en principios y en valores. El propósito de este planteamiento, es incentivar la construcción del capital humano, que nos ubique hacia mejores estándares de vida, de crecimiento personal, familiar, empresarial, comunitario y social.
La formación del Carácter, es parte fundamental del desarrollo personal, que implica conocerse a sí mismo, aceptarse y amarse, es decir definir la identidad, como fundamento de la construcción de la autoestima y el control de los instintos. La edificación de la personalidad, es un proceso de transformación, que va desde lo individual y se refleja en la vida social y cultural. Una personalidad estructurada y de alta exigencia ética, genera una vida productiva y prospera en todas las dimensiones humanas: física, mental, espiritual, emocional, económica, social, comunitaria, intelectual etc.
El correcto sentido de lo ético y lo productivo, mediante la vivencia de los principios, transforma el destino del individuo y su entorno social. El Carácter es el fundamento sobre el cual se edifica la vida de las personas. Es el tema ligado a la existencia humana, o sea: Generar respeto, confianza, credibilidad, ser consistentes, tener disciplina, responsabilidad, seguridad personal, identidad, convicciones personales, lealtad, honestidad, capacidad de servicio a los demás.
Generar confianza es esencial para tener relaciones significativas, amistades duraderas y fructíferas, negocios exitosos y equipos humanos eficaces. La confianza es factor determinante para alcanzar el éxito sostenido, es difícil crearla y fácil destruirla cuando no está basada en principios y en valores. Las personas integras, siempre cumplen lo que dicen, tienen el valor de hacer lo correcto, aunque sea difícil y costoso. No hacen promesas que no pueden cumplir, son sinceras, abiertas, son congruentes entre lo que dicen y lo que hacen, son leales a los principios, compromisos y personas, construyen la vida con liderazgo, mirando más allá de las expectativas de los demás, aceptan los errores con humildad, pero siempre encuentran una mejor oportunidad. “Cuando se habla de valores se hace relación a una serie de cualidades que se encuentran en las personas y expresadas en las ideas, características que todo el que las posee, es digno de aprecio.
Los valores dan sentido a la vida y, en algunos casos, esas cualidades Son inclinaciones Intimas y personales; algunos autores las consideran instintivas y otros creen que Son adquiridas y que se van perfeccionando con las diversas actividades de la vida. Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta. La solidaridad frente a la indiferencia, la justicia frente al abuso, el amor frente al odio. Los valores involucran nuestros sentimientos y emociones.
Cuando valoramos la paz, nos molesta y nos hiere la guerra. Cuando valoramos la libertad nos enoja y lacera la esclavitud. Cuando valoramos el amor nos lastima el odio. Valores, actitudes y conductas están relacionados con la formación del carácter.
LAS ACTITUDES: son la disposición de actuar de acuerdo a determinadas creencias, convicciones, sentimientos y valores. A su vez las actitudes se expresan en comportamientos y opiniones que se manifiestan de manera espontánea. Son la expresión del Carácter y el producto de la práctica sistemática de hábitos y conductas correctos basados en principios y en valores. La actitud mental positiva, es el fundamento para el desarrollo integral de las personas y las empresas, permite: fortalecer a las familias, generar ideas, servir a otros, ser fructíferos(as), alcanzar mejores posiciones, aprender siempre algo nuevo, tener una comunicación asertiva, en fin, es en la práctica la escuela de la vida. No es la rutina, es LA MANIFESTACIÓN DE UN CARÁCTER FORMADO CON PRINCIPIOS Y CON VALORES.