Por: Carlos Cuesta Pizarro
Especialista en Gerencia social y negocios
Para comprender el triángulo del éxito empresarial, es importante saber que está conformado por tres elementos, las empresas, personas y procesos son fundamentales para el éxito en cualquier actividad comercial. Sin ellos, muchas empresas no serían capaces de mantenerse en funcionamiento, y mucho menos de crecer y progresar.
Primero, hablaré sobre las empresas. Las empresas son organizaciones comerciales que buscan un beneficio financiero al proporcionar bienes o servicios a los consumidores. Pueden ser pequeñas o grandes, con una sola sede o con múltiples sucursales y franquicias ubicadas en todo el mundo. Las empresas son responsables de liderar y gerenciar el proceso de producción, establecer objetivos y estrategias, y tomar decisiones importantes a nivel gerencial para mantener su competitividad.
Las personas, por otro lado, son la fuerza laboral que hace que la empresa funcione. Estas pueden estar compuestas por empleados internos, consultores externos, contratistas y proveedores involucrados en el proceso de producción o distribución. Las personas son esenciales en una empresa porque aportan habilidades y conocimientos especializados que ayudan a la organización en la consecución de sus objetivos.
Por último, los procesos son los métodos y procedimientos utilizados para llevar a cabo las actividades y producir bienes o servicios. Estos están diseñados para asegurar la alta calidad y eficiencia del trabajo, la optimización de los recursos y la reducción del tiempo de preproducción, producción y posproducción.
En términos prácticos, las empresas deben contratar a personas con habilidades específicas y capacitadas para llevar a cabo los procesos necesarios para producir sus productos o servicios. Los procesos de producción deben estar diseñados de manera eficiente y efectiva para garantizar la alta calidad y eficiencia del trabajo. Por lo tanto, para lograr el éxito comercial, las empresas deben considerar siempre a las personas y procesos, y hacer ajustes constantes y mejoras para asegurar su competitividad en el mercado. Es necesario establecer una cultura de trabajo que fomente la innovación, la creatividad y el trabajo en equipo, y que propicie un ambiente de cooperación y respeto mutuo.
Termino diciendo, que las empresas, las personas y los procesos conforman el triángulo de éxito empresarial el cual es clave para la prosperidad de cualquier actividad comercial. Una gestión efectiva de estos elementos puede conducir a un incremento en las ganancias de la empresa, una mayor satisfacción de los clientes, y una fuerza de trabajo motivada y altamente eficiente.