Por: Rodulfo García G.
Promotor de la Escuela de Vida Consciente
Uno de los factores más importantes para lograr las metas es persistir en su realización. Una vez que tengamos clara la meta y que estemos convencidos de que vale la pena lograrla, lo que necesitamos es empezar a ejecutar el plan de acción, y sobre todo, persistir en el propósito.
Primero que todo es importante reconocer que persistir no es fácil. Muchos obstáculos y dificultades se nos presentan en el camino. Necesitamos mucha fuerza interior para vencer esos obstáculos, porque tenemos enemigos afuera y adentro. Afuera están las circunstancias adversas, la falta de recursos y sobre todo la segunda fuerza de la naturaleza que es la de la resistencia. Todo parece indicar que esa fuerza de oposición está presente siempre en todas las situaciones de la vida. Hace parte de ella. Es casi inevitable. Por lo tanto, debemos saber que las cosas no van a ser fáciles y que debemos sacar nuestras mejores armas para enfrentarnos a esa resistencia.
En realidad, la mayoría de los proyectos de los seres humanos se quedan en el camino. Se abandonan muchos buenos propósitos por la falta de fuerza para seguir adelante. Además, tenemos la incidencia ego el cuál es un enemigo bastante complicado porque esta adentro de nosotros. No está afuera. Esta adentro. Y nos ataca ferozmente. Son muchas las formas de su ataque. Por ejemplo, la pereza y la inercia, el querer todo fácil, todo esto hace que ante la más mínima dificultad que se presente, nos muestre sus argumentos sutiles para que abandonemos la meta. Nos manipula diciendo que no vale la pena, que después lo intentamos o que ahora no hay condiciones para hacerlo, que no tenemos las habilidades para alcanzarla, qué talvez en el futuro podríamos intentarlo, etc. Es un enemigo muy fuerte y está adentro de nosotros.
Ahora bien, el ego trabaja también desde los miedos. Nos proyecta situaciones imaginarias que nos hacen ver las cosas más difíciles de lo que son. Nos plantea los temores, la incertidumbre, las dudas, los fantasmas inexistentes y nos presenta la situación tan complicada que nos conduce a abandonar la lucha.
Por eso la persistencia es una cualidad que debemos fortalecer continuamente. Debemos comprender que las cosas requieren esfuerzo y que el premio esta al final de la jornada y no al principio. Que debemos seguir adelante a pesar de las dificultades porque hemos decidido que vale la pena luchar por la meta que nos hemos trazado. Persistir, continuar, dar la batalla. No abandonar la lucha. Eso es algo que debemos desarrollar. Y nosotros tenemos la fuerza interior suficiente para lograr cualquier cosa que queramos. Estamos equipados de la energía necesaria para seguir adelante.
No nos demos por vencidos. Sigamos adelante. Puede que necesitemos un poco de aliento en algunos momentos, puede que caigamos una y otra vez, pero debemos levantarnos y seguir adelante. Sacudirnos el polvo. Echarnos “crema en los raspones” y seguir adelante. La historia está escrita por los valientes. Por los que no se rinden ante los obstáculos. Tú eres uno de ellos. Sigue adelante. Lucha con todas tus fuerzas para conseguir lo que quieras. Persiste. Avanza y al final tendrás la corona y el premio que te mereces.