Por: Luis Javier Valencia Monsalve
Desde tiempos inmemorables y en todas las culturas, los seres humanos han buscado elementos que proporcionen felicidad y larga vida. Esto ha dado lugar, a fabulosos negocios que van desde lo vulgar, ilegal, especulativo, o legal y sofisticado. Investigaciones científicas, han permitido identificar prácticamente, la totalidad de las sustancias relacionadas con la aparición de los diferentes estados de ánimo; lo han hecho a partir de la producción que el organismo humano hace de cada una de ellas. Esta misma información, ha sido aprovechada comercialmente, dando lugar a la producción de ellas por medios artificiales, y generando una gran cantidad de usuarios que las consumen, desconociendo que el organismo sistemáticamente, dejara de producirlas, al encontrarlas, o encontrar sustitutos presentes en él. Este efecto natural, unido a vacíos psicoafectivos o personalidades atrofiadas, convierte en dependientes, a quienes encuentran en este género de productos, el único mecanismo para proporcionarse bienestar o tranquilidad.
Nos corresponde entonces, mostrar el camino y prevenir a través de la formaciòn, para que seamos capaces de tomar decisiones responsables frente a nuestros actos, sentimientos, relaciones y hábitos y sustraernos de la posibilidad de ser personas dependientes de elementos o sustancias que limiten las posibilidades de éxito. Será necesario modificar algunas condiciones ambientales, para lo cual debemos influir en nuestro entorno social, con el fin de integrar esfuerzos hacia el propósito de lograr la verdadera felicidad, posibilitar alternativas de vida dinàmica, saludable y armoniosa en todos los aspectos.
Quiero transcribir algunos aspectos de valiosa información, que encontré en el articulo “la bioquímica del placer”. Se trata de llamar la atención respecto a algunas sustancias producidas por el mismo organismo humano, cuyos efectos proporcionan suficiente bienestar y placer:
-El placer se puede definir como un sentimiento positivo, agradable, que se manifiesta en un individuo consciente de manera natural cuando satisface plenamente alguna de sus necesidades; beber cuando se tiene sed, comer cuando se está hambriento, dormir cuando hay cansancio, sexo para la libido, diversión para el aburrimiento y conocimientos o cultura para satisfacer la curiosidad y la necesidad de desarrollar las capacidades.
El abuso de los placeres puede alienar, crear dependencia y mecanizar la conciencia humana, causando diferentes trastornos compulsivos de la conducta humana, como las adicciones; la ingesta compulsiva de alimentos, por ejemplo.
Algunas sustancias responsables del placer, podrían ser la dopamina, endorfinas, serotonina entre otras. Si hay abundancia de estas hormonas endógenas, habrá mayor desarrollo de la inteligencia emocional e interpersonal; la persona se siente ubicada, sabe quien es, para donde va, controla sus emociones, conoce sus habilidades y talentos y se siente dueña de si misma.
Puede ser, que en ocasiones el individuo se acostumbre a estas sustancias segregadas en forma natural. Es debido a que el cerebro ha creado enlaces neuronales, que provocan en el individuo una disminución en el impacto de la sensación placentera. Por esta razón, las sensaciones placenteras son mas impactantes cuando son novedosas o el cerebro aun no las ha procesado. En este caso, el objetivo perseguido no se satisface, lo que provoca frustración , justo el efecto contrario al buscado.
La dopamina es una hormona que participa en experiencias naturalmente recompensantes, tales como la alimentación, el sexo y algunas drogas. La hormona produce una sensación de placer, cuando el individuo lleva a cabo una acción que satisface una necesidad o sacia un deseo, promueve la reproducción, la supervivencia directa o indirectamente y el grupo celular que la produce, se llama sistema del placer.
La dependencia del placer o de lo que pueda producirlo artificialmente trae como consecuencia un daño en el desarrollo normal de la personalidad.
¿Cree usted, que este tipo de personas, estará en condiciones de lograr algún tipo de éxito en su vida? Desde luego que no, y mucho menos de hacer alguna clase de aporte a la sociedad. Por lo tanto hay que promover ambientes de fortalecimiento, para formar individuos conscientes de su capacidad de hacerse cargo se si mismos, de autodeterminarse. Individuos que interactúen con la cultura del emprendimiento, la creatividad y el éxito personal. Esa es la base de la verdadera evolución humana.