Un puente hacia la meta

Por: Natalia Ardila

Los puentes son una forma de conectar nuestros mundos interiores y exteriores.       Brené Brown

Todos seguramente coincidimos que un puente conecta un lado con otro, al igual que nos permite llegar a veces a algún lugar inaccesible y que gracias a esta construcción, podemos llegar a ese otro extremo que necesita pasar por él. Tras pensar durante casi todo el día cuál serían las próximas líneas que quería compartir con ustedes, se me vino en el instante que menos pensaba, traer a mi memoria unas palabras muy recientes que escuché de un hombre sabio, al tener una conversación sobre acontecimientos pasados que muchas veces dejan preso a quien debe continuar el camino, siendo capaz por él mismo, de utilizar un puente hacia un nuevo destino.

Esta instrucción de la que él me hizo consciente, me hizo reflexionar sobre nuestra verdadera esencia y fuerza muchas veces olvidada. Un destino, o más bien un llamado que no se puede rechazar, (palabras de otra mujer sabía que tengo la fortuna de tener cerca). Alguna vez habrán escuchado cosas como: no hay peor ciego que el que no quiere ver, o peor sordo que el que no quiere escuchar, o las señales siempre están ahí. Frases ordinarias y realmente diría hasta poco elegantes, me ha sido necesario nombrarlas para generar consciencia de lo que en muchas ocasiones es “obvio”. Aquello que se repite una y otra vez mostrándose por sí solo ante nuestros ojos, como guía hacia el puente que hay que atravesar.

Perseguir nuestra verdadera naturaleza debe ser siempre nuestra aspiración más honesta, garantizarnos que estamos dando todo nuestro potencial, en primera instancia para nosotros mismos. Un puente que nos permita llegar hasta un lugar donde podamos conocer nuestra verdadera fuerza.

Los puentes son una forma de unir lo que parece estar separado.

Paulo Coelho

Estar separados de nuestra esencia y naturaleza trae consigo la insatisfacción con nosotros mismos, viviendo de forma muy mínima nuestras grandezas. Es momento de construir un puente sólido hacia nuestra meta principal: ser todo nuestro potencial. Sigamos cada uno nuestras señales e invitemos a que nuestro ojo y oído interno puedan dar apertura a la construcción de un puente que nos lleve hacia la meta y nuestro objetivo primordial de vida. Estemos atentos aquellas señales que nos invitan repetidamente a un camino sabio y hecho, en base a la construcción de cada uno y sus posibilidades. Se trata de vivir en todo nuestro esplendor siendo testigos de nuestra propia realización. Como ocurre en todo aquello que queremos conseguir, es necesario un entrenamiento, constancia y disciplina para que nuestro verdadero camino sea labrado y disfrutado cada día. Que este sea el despertar de una nueva visión al enlace, (utilizado en este texto como puente), para conectarnos realmente con nuestra energía más elevada.